jueves, 8 de marzo de 2012

¿Elogio de la locura?

Atención, que vienen curvas y casi  no hay comas:

El Real Madrid imperial, el de los diez puntos de ventaja que demuestran que nunca en la historia podrá haber un equipo de leyenda que le llegue a la suela de los zapatos a los chicos de Mou, el que ha ganado una Copa del Rey pero que está claro que es mucho mejor que el vigente campeón de Liga y de Champions y de Supercopa de España y de Supercopa de Europa y de Mundial de Clubes, o sea, el Real Madrid que está aún por ver si gana algo esta temporada, le enchufó el pasado domingo cinco pepinos como cinco soles a un R.C.D. Español que hace tres semanas tenía que jugar la Champions y que ahora parece que más bien no.

¡Buf!

El Español lo tiene claro. Desde hace años, sus temporadas consisten en salvar la categoría, en elucubrar con Europa si se encadenan tres resultados positivos y, sobre todo, en perjudicar lo máximo posible al Barça.

Si. Perjudicar al Barça. ¿Por qué no? Cuando se tienen nulas posibilidades de conseguir un título, derrotar al rival ciudadano es un objetivo tan legítimo como cualquier otro. Y si no se le puede derrotar, privarle de títulos es una alegrón prácticamente equiparable a la mayor victoria. Así pues, facilitarle las cosas al Real Madrid, aunque sea subliminalmente, podría considerarse uno más de los propósitos blanquiazules.

Pero la clásica falta de intensidad perica en el Santiago Bernabéu, no por habitual, deja de ser inevitablemente sometida a la crítica del barcelonismo, harto de ver como el Real Madrid parte cada temporada con seis puntos de ventaja.

El reciente cachondeo en relación con el último meneo merengue al Español, se ha tomado en la capital como una falta de respeto hacia el Real Madrid. El hecho de que Pochettino haya salido derrotado en las siete ocasiones en que se ha enfrentado a los blancos, de que su equipo haya encajado veintiún goles en contra y no haya podido marcar ni uno solo a favor y de que el Español no se imponga en el Bernabéu desde hace dieciséis temporadas, parece ser simple anécdota.

Quizás por eso, por ese mosqueo ante el menosprecio culé a la última goleada madridista, lo más florido de la caverna ilustrada ha saltado impulsada por un mismo resorte de menosprecio ante la histórica goleada de anoche en el Camp Nou.

El Barça se impuso, 7-1, a un Bayer Leverkusen que eliminó en Champions al Valencia y que venía de derrotar al Bayern de Munich en la Bundesliga, competición de la que es quinto clasificado. Si, si, quinto clasificado de esa Bundesliga en la que esa caverna que ahora quiere equiparar al Bayer Leverkusen con cualquier equipillo de la 2ªB española, celebra tan  libidinosamente los goles que sigue marcando Raúl González Blanco.

¿Tan malo es el Bayer Leverkusen? ¿Habría llegado el Español, por ejemplo, hasta los octavos de Champions? ¿Es capaz Mourinho de encontrar Leverkusen en Google? ¿No fue el Bayer Leverkusen el glorioso rival en la final de la novena Copa de Europa del Real Madrid?

Poco importa. La demostración blaugrana ha escocido mucho entre los representantes de Florentino en los medios de comunicación madrileños. 

Pero lo que ha perjudicado más la moral de esos mismos pseudoperiodistas ha sido la enésima exhibición de un Messi que, con cinco goles, iguala con veinticuatro años al mítico Di Stéfano en Copa de Europa, establece una marca que no se conseguía desde los cinco golitos que metió el danés Sören Lerby con el Ajax al Omonia de Nicosia hace treinta y tres años y supone un récord en el actual formato de la Champions League. 

Y ha perjudicado sobre todo porque, embobada con un pichichi edificado a base de penaltis, la caverna parecía estar dispuesta a iniciar, una vez más, la anual campaña en favor del Balón de Oro para Cristiano Ronaldo.

Queda claro que ante la evidencia de que Messi es el mejor del mundo, y probablemente de la historia, poco podrán hacer algunos personajes de comedia periodística. Pero, aferrados a sus personajes, algunos siguen insistiendo en demostrar que están absolutamente enloquecidos.

Parecen creer que, haciéndose pasar por locos, gozarán de más indulgencia ante su manifiesta incapacidad.

Pues no, porque además de locos, están atontados. 

2 comentarios:

  1. Lo que estaban es con una mala leche que no veas. Los 10 puntos de ventaja van acabar siendo más famosos que los 10 mandamientos y los que les sobren de esta temporada para ganar la Liga (si lo logran), se los van a querer guardar para la próxima campaña.

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  2. Tristisimo ver como éstos pseudoperiodistas buscan mil y un maneras para quitarle crédito a Messi... Es una lástima que inmersos en su locura por el Madrid se estén perdiendo a plenitud de sin duda uno de los mejores jugadores de la historia quién ya no tiene nada más que demostrar, solo records que romper. Enorme tu blog, Javier, saludos desde México.

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