sábado, 14 de enero de 2012

El origen de casi todo: 11-1 en Chamartín.

Dos nuevos clásicos están aquí, y la verdad es que el término clásico no me gusta. Se me antoja un término madrileñizante que pretende retrotraer a la génesis del fútbol español una rivalidad que no era tan acérrima en sus inicios.

Un clásico, además de derbi, es un Barça-Español. Y el clásico de siempre es un Athletic-Barça.

Un Madrid-Barça, un Barça-Madrid de toda la vida, no fue necesariamente una conflagración sin retorno hasta 1943, año en el que el Real Madrid eliminó al F.C. Barcelona de la Copa de España (Copa del Generalísimo en ese momento). 

Y si. Efectivamente. La política tiene mucha, muchísima importancia en los  orígenes de esta "clásica" rivalidad.

Esa temporada, la 1942-43, el Athletic Club de Bilbao se alzó una vez más con el campeonato de Liga, el Sevilla fue subcampeón y el Barcelona acabó tercero.

El Barça realizó una campaña muy irregular, en la que estuvo merodeando la zona baja de la clasificación durante toda una primera vuelta en la que acabó a nueve puntos del Athletic Club (la temporada anterior ya había salvado la categoría después de una angustiosa promoción contra el Real Murcia). Una gran segunda parte de temporada le llevó, sin embargo, a acercarse a tan sólo un punto del futuro campeón, que con una clara victoria en San Mamés (5-2), sentenció definitivamente la Liga.

Ese Barça enrachado se había clasificado, además, para la semifinal de Copa, después de ganar los cuatro partidos anteriores en sus eliminatorias contra Ceuta y Celta de Vigo.

El rival en esa semifinal de Copa era un Real Madrid que había quedado 10º en liga, a un punto de la promoción de descenso, y que en esa época, no era aún, ni mucho menos, el gran antagonista de los culés.

En el partido de ida disputado en Les Corts, el 6 de junio de 1943, el Barça se impuso contundentemente por 3-0, con goles de Valle, Escolà y Sospedra.


Según las crónicas, el encuentro se desarrolló por cauces absolutamente deportivos, más allá de los habituales pitos a la salida del Real Madrid al terreno de juego, que alguien quiso ver como una protesta contra el régimen del General Franco.

Esos tímidos abucheos, se convirtieron sin embargo, en una "organizada y cacareada pita" para la prensa de Madrid, que caldeó el ambiente hasta límites entonces aún desconocidos, reclamando una respuesta popular al tratamiento dado al Real Madrid en Barcelona, considerado como una encerrona en toda regla.

Ante el cariz que iban tomando los acontecimientos, el marqués de la Mesa de Asta, Enrique Piñeyro, presidente colocado por el régimen al frente del rebautizado C. de F. Barcelona, envió una carta, que podría considerarse incluso como humillante, a su homónimo del Real Madrid, Antonio Santos Peralba, intentando calmar los ánimos:

"Muy señor nuestro y amigo:
Transcurridas ya muchas horas después del último partido creemos deberles la atención de ponernos en contacto con ustedes deseandoles primeramente que hayan tenido un feliz regreso a Madrid
No queremos juzgar los comentarios más o menos autorizados aparecidos en la prensa y nos basta con haber sido ustedes y nosotros testigos presenciales del desarrollo del partido, pero algo tenemos que decirles y es que la "organizada y tan cacareada pita" con la que debía ser recibido el Madrid en nuestro campo, fue totalmente ahogada con la gran ovación que los 38.200 espectadores dedicaron al club, que después del suyo, goza de las preferencias de nuestros socios.
Perderemos o ganaremos ante ustedes el día 13, saldremos o no eliminados, pero lo que nos interesa es seguir honrados con la amistad de ese gran Club, de la que tantas pruebas tenemos recibidas.
Es cuanto tenemos que decir a usted, señor presidente, y deseando de corazón que su público enseñe al nuestro a tolerar errores y violencias que puedan producirse en el curso de juego, caso de que se presentaran, nos reiteramos una vez mas suyos atentos y con afectuosa consideración".


Pero el Real Madrid no estaba por la labor. La directiva blanca pidió una asistencia masiva para responder a la afrenta de Les Corts y obsequió con un silbato a cada uno de los aficionados que abarrotaron el estadio madridista.

En medio de ese ambiente hostil llegó el Barça a la estación de Chamartín, donde no fue precisamente bien recibido. Sus jugadores fueron increpados y zarandeados y su autocar apedreado.

La estancia del Barça en Madrid no fue en ningún caso cómoda, pero la gravedad real de la situación se reflejó el día del partido, 13 de junio, pocos minutos antes de iniciarse el encuentro, con la visita que recibió la expedición barcelonista en su vestuario. 

El Director General de Seguridad y el Delegado Nacional de Deportes (General Moscardó, defensor del Alcázar de Toledo), acompañados por un grupo de guardias civiles que daban color a la reunión, se personaron ante los jugadores blaugranas, a los que recomendaron no acercarse demasiado a los límites del terreno de juego, donde no era posible garantizar su seguridad, y que no se empleasen demasiado a fondo, ya que en caso de victoria barcelonista podrían producirse avalanchas en el propio estadio y disturbios posteriores, de difícil control e imprevisibles consecuencias.

El mismo arbitro del encuentro, Celestino Rodríguez, aleccionó a los jugadores del Barça para que el partido no se saliese de madre.

Con este panorama, un cohibido Barcelona "resistió" hasta el minuto 32, en que Pruden igualó la eliminatoria. 

A partir de ahí, el delirio blanco y cinco goles del Real Madrid en 9 minutos. Se llegaba al descanso con un increíble 8-0 en el marcador. El más discreto 3-1 parcial de la segunda parte sirvió para acabar de redondear el definitivo e histórico 11-1.

Luis Miró, portero del Barça, tuvo que pasarse la mitad del partido fuera del área para evitar las continuas pedradas que llovían desde la grada.

Al final de la contienda, euforia blanca, multa de 5.000 pesetas al Real Madrid por los "incidentes" acaecidos en su estadio y multas de 2.500 pesetas para el "C. de F. Barcelona" por el "tumulto" de Les Corts, una semana antes, y 25.000 pesetas por la "provocación" que dio origen a la anécdota de Chamartín.

Ante semejante espectáculo, la directiva barcelonista se vió obligada a elevar una protesta formal, protesta que desencadenó en una invitación al marqués de la Mesa de Asta, por parte de los organismos correspondientes, a dimitir (el señor era muy franquista, pero no se le podía tolerar semejante desacato).

En una coyuntura en la que humillar a un Barça sublevado parecía ser cuestión de Estado, la prensa no parecía saber como enfocar el escándalo.

Únicamente a un joven periodista barcelonés, declarado simpatizante del R.C.D. Español, Juan Antonio Samaranch, se le ocurrió publicar una aproximación a los hechos en un artículo publicado en el diario del Movimiento (como todos) La Prensa:

"¡11-1! Con 3-0 a su favor en la ida esta eliminado el equipo que más posibilidades tenía para llegar al título de Campeón De España. No se martiricen pensando en las causas de estos hechos los incondicionales del Barcelona. Es un buen consejo. No hay que buscar culpables, por que nos lo hay en el "equipo". Ya hemos dicho que el Barcelona no jugo ni bien ni mal. No existió. No se le vio en toda la tarde: Era lo mejor que podía pasar en aquellas circunstancias. Así han quedado las cosas y hasta aquí podía llegar. Para ellos es la final. Son lo mismo 11 que 50. Pero esto ha sucedido a costa de perder Madrid y el Madrid aquella fama de caballerosidad de que tanto y tantas veces nos hablaban esos cronistas de gran renombre y prestigio, que más bien en lugar de dar ánimos como era su obligación han sido lo que han inducido a crear el estado de ánimo para superar el 3-0 favorable al Barcelona con un resultado y una descortesía mucho mayores".

Semejante ultraje a la verdad nacional le supuso a Samaranch la retirada del carnet de periodista.

El Real Madrid perdería la final de la Copa del Generalísimo ante el Athletic Club y poco después, el 15 de septiembre, Santiago Bernabéu fue nombrado presidente del Real Madrid. Aquí paz y después gloria.

La verdad es que los antecedentes del escándalo habría que buscarlos justo después del final de la Guerra Civil, cuando muchos periódicos de Madrid iniciaron una campaña contra el "C. de F. Barcelona", al que consideraban un reducto de desafectos al régimen (el presidente Josep Sunyol fue fusilado por tropas franquistas en la Sierra de Guadarrama el 6 de agosto de 1936). El régimen franquista nombró por decreto al marqués de la Mesa de Asta como presidente y suspendió a casi todos los jugadores sospechosos de ser simpatizantes de la causa republicana (esperemos que al PP no le dé por acusar a Messi de sociata).

Así pues, podríamos establecer el inicio de los clásicos tal como los entendemos hoy en día en aquel lejano junio de 1943. Ahí nacieron la caverna mediática, el victimismo del Barça y el señorío del Real Madrid.

14 comentarios:

  1. En una palabra... ACOJONANTE

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  2. Gran artículo. Sólo una pega: la frase que aparece casi al final, "(esperemos que al PP no le dé por acusar a Messi de sociata)", creo que sobra en un muy buen post como este. Aún así, enhorabuena.

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  3. Que asco me da el Madrid y su historia, siempre manipulando para obtener lo que quieren, y aunque los matices son distintos las cosas no han cambiado tanto que digamos, estos personajes llevan todo al limite de lo legal para asegurarse que el Madrid siempre salga bien parado sin importar si han sido ellos los que provocan

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  4. Javier, un artículo con una documentación ejemplar aunque permíteme que te diga que coincido con Víctor Fernández en la frase de Messi. La historia se escribe con letras doradas y acabas de plasmarla con letras de platino. Un abrazo compañero

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  5. Javier, tu blog es cojonudo, y lo sigo desde hace mucho, pero es que este post es demoledor. ¡Muchas gracias!

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  6. Un trabajo excelente y esclarecedor. Enhorabuena.

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  7. vaya milonga q te has sacado de la manga macho. Es muy propio de de ese pequeño pais ed ahi arriba, como dice guardiola inventarse la propia historia y esa es una mas.
    Asiq el madrid aun no estaba en aquella epoca a l alatura de al rivalidad con el barcelona? que el clasico era atletic- barcelona? y de las dos insignias del barcelona concediad a franco no s edice nada? y de al recalificacion de las corts por ordem expresa de franco. Y del arbitraje de la copa de europa....

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  8. EXCELENTE POST, VISCA BARCA.

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  9. Javier, ¿dices que el madrid termino ganando esa copa del generalisimo? permiteme decirte que no es cierto, la final la gano el Club Atlético de Bilbao por 1-0 con gol de Zarra en la prórroga en el minuto 114. Ese año el Bilbao hizo doblete, gano Liga y Copa. Si mientes en esto, es facil pensar que te has podido inventar muchas otras cosas de este "artículo". Cada cual que crea lo que quiera.

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    1. Tienes toda la razón Eduardo, queda corregido. Muchas gracias por la precisión. Te agradeceré me indiques el resto de invenciones. Muchas gracias y un saludo.

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  10. La noticia es excelente, ya la conocía pero aquí he sacado detalles que desconocía. Enhorabuena, queda tu blog en mis marcadores, no borres nunca esta prueba vergonzosa del auténtico "Señorío" del Real Mandrid Club de Monos.
    Un saludo y, nuevamente, enhorabuena.

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  11. Todo lo q falta por ver de ellos pues siguem asiendo de las suyas por eso y por muchas cosas mas soy y sere siempre tuyo barca de mi corazón visca barca visca Catalunya

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