martes, 29 de noviembre de 2011

¿Cómo hemos cambiado?

Hoy hace un año del tremendo revolcón del Madrid de Mourinho en el Camp Nou.
El 29 de noviembre de 2010, el F.C. Barcelona afrontaba la visita del Real Madrid a su estadio con un punto de desventaja respecto a los blancos, que acudían como líderes del campeonato a Barcelona.
Un año después, el Barça está seis puntos por debajo en la clasificación y acudirá al Bernabéu con un partido más que el Real Madrid, debido al adelanto del partido ante el Rayo Vallecano con motivo de la disputa del Mundial de Clubes.
Hasta ahí los hechos. A partir de aquí, las interpretaciones.
El subidón producido entre el merengonismo militante por la derrota del Barça en Getafe, que junto al extraordinario arranque del Madrid, han abierto la actual brecha de puntos, está siendo explotado por los medios afines (lógicamente) como el punto de partida del ansiado fin de ciclo blaugrana.
La realidad es que un año después de la tremenda somanta del Camp Nou, el Barça se presentará en el Santiago Bernabéu con una Liga, una Champions y una Supercopa de España conquistadas en directa competencia con el Real Madrid, y con una Copa perdida, así mismo, contra el equipo de Mourinho.
El balance, pese a lo que se transmite desde Madrid, es claramente favorable a un F.C. Barcelona que, aunque no lo parezca, aún depende de sí mismo para conquistar el título de Liga.
Negar los méritos de un Madrid consolidado sería absurdo, pero persiste la obsesión de la prensa filomadridista en menospreciar a un Barça que, al igual que su Real Madrid, sigue vivo en Liga, lidera, ya clasificado para octavos, su grupo en Champions, mantiene intactas sus opciones en la Copa del Rey y, además, opta a su segundo mundialito. Esta obsesión, curiosamente, ha reportado escasísimos beneficios.
Los exaltados de turno no deberían perder de vista que el Barça llegaba a Getafe con una racha de 27 partidos oficiales sin perder.
Indiscutiblemente, es mejor gestionar seis puntos de ventaja que de desventaja, pero la auténtica exigencia para los hombres de Guardiola se dará en los dos enfrentamientos directos contra el Real Madrid.
Es ahí donde Mourinho podrá especular con el resultado. Si el Real Madrid se impone en el enfrentamiento del próximo 10 de diciembre, no tendrá ganada la Liga pero, entonces sí, habrá dado un paso de gigante.
Una nueva exhibición de un Barça acostumbrado a responder con garantías en las grandes citas, además de dejar sin argumentos a los paladines del fin de ciclo, volvería a acortar una distancia que, ante los compromisos pendientes de aquí a final de temporada, quedaría reducida a la mínima expresión.
O sea, que sí. Hemos cambiado, pero ¿tanto?

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