miércoles, 3 de agosto de 2011

Gaseosa merengada.

Roberto Gómez es un tipo que me cae hasta simpático.

Roberto Gómez es un "comentarista deportivo" que se dedica a saludar a sus amigos por la radio, a hacer de pregonero en fiestas mayores, a predecir enormes victorias del Madrid y, más o menos, a decir lo primero que se le pase por la cabeza. 

Es, sin duda, un buen exponente de la caverna de toda la vida, pero no alcanza la mala leche de Alfredo Duro, Jose Vicente Hernáez o Látigo Serrano, ni su indocumentación es tan biliosa como la de Tomás Roncero.

Lo que caracteriza a Roberto Gómez es su absoluta desinhibición a la hora de dejar ir las mismas chorradas que podría soltar cualquier paisano en la barra de un bar, y después de que la caverna haya estado rajando durante todo lo que llevamos de verano contra la política de fichajes del Barça y de que lleguemos a poco más de diez días del partido de ida de la Supercopa en el Bernabéu con Alexis Sánchez fichado, con Cesc al caer y con Thiago como nuevo foco de preocupación merengona, con el Kun Agüero correteando con la camiseta del City y con un Neymar que no parece estar muy por la labor de ser el nuevo elegido por Florentino, el simpático Gómez sale al rescate del integrismo blanco diciendo que "el Madrid no quiere en estos momentos a Neymar".


"¡Por qué si el Madrid quisiera a Neymar ya estaba en China!" 

Si señor. Hoy Roberto Gómez me ha alegrado el día. Con poco más de veinte palabras a definido perfectamente (como no ha podido dejar de echarle en cara Antonio Merchán) la prepotencia de la caverna mediática.

Dicen que la Central Lechera es el grupo de periodistas deportivos cavernarios más cercanos a Florentino Pérez. No sé si Roberto Gómez es un lechero, pero cuando Roberto se deja ir no hay quien le pare, y ya puestos, nos deja muy claro cuál es el ideario de esa Central: 


"Este globo se esté inflando para ponerlo imposible y haya un vuelo relámpago desde Pekín hasta Brasil, llegue el Salvador y diga: lo imposible, aquí está. Un nuevo milagro de Florentino Pérez" ¡Tachín, tachín! El mesías no es Messi, el enviado divino es el "Ser Superior": loado sea Florentino, "el Salvador" merengón.

No vaya a ser que, ¡fíjate tú!, Neymar se haya subido a la parra y piense que a lo mejor no ha nacido para jugar en el Real Madrid y que a lo mejor hay otros equipos en el mundo.


Pero parece que toda la excitación de Roberto Gómez no es otra cosa, un año más, que el producto de la ingesta inmoderada de gaseosa merengada. Como él, estaremos tragando burbujas todo el año por vía cavernaria, pero esperemos que Dios exista (y que no sea el padre de Florentino) y que a finales de mayo, el Barça haya ganado un par de partidos más que el Madrit (no hace falta que con un 2-6 o un 5-0).


¡Dios lo quiera!

1 comentario:

  1. Javier no sé, pero si escribes "me cae hasta simpático", muy simpático hasta no te debe caer. A otros también nos pasa que escuchando a los que habitualmente le rodean, pues entonces nos quedamos con él. Si me permites, se te ha olvidado uno de sus mayores logros y por lo que será siempre recordado: como "sparring" de Inda en esas gloriosas mañanas de los lunes de Radio Marca (trasladado luego a Futboleros). Lo que tal tiene escuchado este hombre de sus interlocutores tiene que estar muy bien pagado, porque sino realmente no se entiende.

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