lunes, 6 de junio de 2011

Tocando lo que no suena.

El gran pecado de los barcelonistas no es nuestro antimadridismo. Nuestro gran pecado es hacer demasiado caso al madridismo y a su entorno.

Es abracadabrante ver como vamos finiquitando gloriosas temporadas, en las que, con suficiente perspectiva, podemos comenzar a decir que el Barça va imponiendo una hegemonía que debe marcar una época, y sin embargo, seguimos controlando con el rabillo (del ojo), lo que se dice en Madrid (desde luego, yo el primero: mea culpa -que no colonia-).

La pasada semana, el melenil portavoz del Barça, Toni Freixa, aprovechó la coyuntura campeonil para anunciar una serie de medidas muy poco populares, aunque probablemente necesarias. De las medidas anunciadas por Freixa, a saber: recortes presupuestarios en todas las secciones del club, limitar la participación de las secciones amateurs del club exclusivamente al ámbito de Catalunya, suprimir la sección de béisbol, suprimir los abonos de las secciones, aumentar el precio del abono de parking, no incluir el partido de la supercopa de España en el carnet de socio y crear una grada de animación, todas me parecen desacertadas en mayor o menor medida, pero sólo la de crear una grada de animación, denominada además, "fanàtics", me parece un enorme error de cálculo.

El Camp Nou es como es. Nos guste más o menos, es un estadio que nunca vibrará con un Barça - Rayo Vallecano, y que en unos cuartos de Champions ante el Shakhtar, difícilmente completará el aforo. ¿Y qué? El Barça es así, y abrir las gradas del estadio a grupos donde fácilmente puedan colarse energúmenos de cualquier pelaje, me parece un paso atrás demasiado importante en una de las conquistas del mandato de Laporta: la lucha contra los violentos.

Dicho esto, el resto de medidas se circunscriben a la gestión económica del club, y por tanto, aunque abiertas (evidentemente) a la crítica, al debate y a la opinión, no deberían ser utilizadas, diez días después de la consecución de una Champions, como elementos desestabilizadores contra el club que, le pese a quien le pese, continua marcando el ritmo del fútbol (y de algún otro deporte) a nivel europeo.

Me explico. El Barça está a punto de culminar una temporada, a falta del final de las ligas de baloncesto y fútbol sala, en la que, entre otras cosas, ha conseguido conquistar copas de Europa con alguno de sus equipos profesionales (este año fútbol y balonmano) por decimosexta temporada consecutiva. Se trata de un éxito notable, que no hace más que confirmar que el Barça es, sin discusión posible, el club deportivo más importante del mundo. Sin embargo, hemos de leer críticas en la prensa de Madrid hacía un tema interno del Barça, que pretenden cuestionar temas tan fundamentales como el "més que un club". El pasado viernes, Fernando M. Carreño, firmaba un artículo en su sección del diario Marca, Mis Breverías, titulado "El béisbol tenía la culpa". 

Objetivamente, todo lo que dice, aunque discutible y susceptible de variadas interpretaciones, es básicamente verdad. Pero sorprende que desde un medio notoriamente filomadridista, se cuestione el trato de la directiva del Barça hacía sus secciones, cuando, baloncesto aparte, parece que la única sección del Real Madrid sea la de un equipo de veteranos futboleros con Zidane al frente. ¿Qué derecho tiene el entorno madridista a criticar la gestión del Barça hacía sus secciones? ¿Cuándo ha tenido el Real Madrid sección de béisbol? ¿Quién es Marca para quejarse del "escaso" apoyo (?) del F.C. Barcelona a su sección de baloncesto en silla de ruedas, cuando en sus página habla mucho más de toros que de esa especialidad deportiva?

Sin duda estamos ya, aún con muchos futbolistas del Barça y Madrid sin haber comenzado sus vacaciones, en el inicio de una nueva temporada que, sin duda (y como ya sabíamos todos nosotros) será una nueva edición, aumentada y mejorada, del acoso y derribo contra todo lo que huela a blaugrana.

Las declaraciones de Sandro Rosell este fin de semana, quejándose del pobre tratamiento dado por la caverna a la Champions del Barça (mientras Florentino anuncia que la Copa del Rey no es más que el principio del fin de ciclo blaugrana -cuánto daño ha hecho Hermel a más de uno-), no son más que munición para que un antiguo director de comunicación del Real Madrid, metido a colaborador de Marca, Antonio Garcia Ferreras, se permita escribir hoy en Tribuna Marca, que Rosell ha sustituido el independentismo de Laporta por un antimadridismo inherente al ADN barcelonista (¿no son antibarcelonistas los madridistas?, ¿no hay instalada una barcelonitis más aguda que nunca en Madrid?). 

No importa. La culpa es nuestra (o de algunos de nosotros) por mirar demasiado hacía la caverna.

Disfrutemos de las victorias y preparémonos para una próxima temporada que será, esa si, de difícil digestión para estómagos no preparados.

4 comentarios:

  1. Cierto es que Marca es filomadridista, yo diría incluso antibarcelonista pero Carreño es una de las excepciones.
    Somos muchos los barcelonistas y amantes del deporte en general que vivimos fuera de Cataluña y que les duele ver como se les pone un techo artificial a los éxitos de muchos deportistas al recluir a muchas secciones solo a competiciones autonómicas.

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  2. Hola Captain Miller.
    Verás que digo que todo lo que escribe Carreño es básicamente verdad.
    Yo tampoco estoy entusiasmado con los recortes en las secciones. Creo sinceramente que son esas secciones las que diferencian al Barça de otros clubes. Pero me parece muy cínico atacar una decisión económica de la junta, cuando suprimiendo la sección de béisbol y recortando presupuesto a las demás, seguimos estando a años luz de cualquier otro club en este sentido (exceptuando, quizás, al Benfica).

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  3. "La culpa es nuestra (o de algunos de nosotros) por mirar demasiado hacía la caverna."

    Se puede decir más alto , pero no más claro.
    Pero hay que llevarlo a cabo. Que no sea sólo una declaración de intenciones.
    ¿Qué quiero decir con esto? Que no leamos los medios carvernícolas, que verdaderamente pasemos de ellos, que no reproduzcamos nada de lo que digan. Vivamos lo nuestro y con lo nuestro. Viviremos mejor y que ellos se ahoguen en su propia bilis.

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  4. Rogge: es taaaaannnn difícil... Al final la mierda te llega, porque aunque no veas ni Marca ni As, te encontrarás en televisión con más de lo mismo, asique es tarea harto difícil pasar completamente del tema.

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